Bienestar como fuente de libertad

Algo en común que tenemos todos los seres humanos es que valoramos muchísimo nuestra libertad. Ese poder elegir la forma en que queremos vivir y hacer las cosas que queremos sin depender de algo o de alguien para salir al mundo a buscar eso que anhelamos.

Desde hace ya unos años, vengo pensando en la gran relación que existe entre esa libertad y nuestro estado de salud; que a su vez depende de cómo estoy accionando en cuanto a mi bienestar. 

Ese pensamiento es el que me llevó a convertirme en un apasionado de la salud integral en todas sus dimensiones. Y lo que comenzó como una búsqueda personal, creció a convertirse en ser un canal de servicio a otras personas que compartieran esa visión. 

Imagina una vida en la que, aunque sientes como se manifiesta el paso de los años en tu cuerpo físico, a la vez sientes que cuentas con la energía necesaria para perseguir y disfrutar las cosas que quieres. A tu ritmo. En paz. Sin depender de nada ni de nadie. Quizás no con la velocidad de cuando tenías 20, pero sí con la seguridad y fortaleza de unos años vividos llenos de intencionalidad. Unos años de haber tratado bien tu cuerpo; de haber priorizado el mayor activo que tienes.

Tu cuerpo, es el único vehículo con que cuentas para llegar a todos los destinos que sean importantes para tí. Y te pregunto: ¿Está tu cuerpo realmente disponible física y mentalmente para hacer cada uno de esos viajes?

En tu escala de valoración de las áreas importantes de vida ¿En qué lugar tienes tu bienestar? ¿Qué parte de lo que haces diariamente está apoyando el cosechar años de calidad en un futuro no muy lejano?

La salud es algo más que ir al gimnasio y estar a dieta. La salud es vivir de una manera en la que respetas tu cuerpo, y creas esa libertad que quieres tener hasta el último día de tu vida; empezando hoy. 

Mi invitación es a reflexionar sobre lo siguiente: ¿Estoy creando hoy la libertad de la que quiero gozar en unos años o estoy construyendo día a día mis propias cadenas? ¿Cómo quiero vivir mis últimas décadas? Tú tienes el poder de tomar una decisión en ese sentido. Tú puedes empezar hoy a ajustar el rumbo de tu barco de acuerdo al puerto al que quieras llegar.

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