Sobrellevando el cambio

Todos hemos oído la famosa frase de que “lo único constante es el cambio”. Y aunque nos parezca cliché, la situación que estamos viviendo con la pandemia nos muestra que esto es hoy más real que nunca. Pero la realidad para la mayoría de nosotros, es que los cambios representan verdaderos retos y no siempre les ponemos la mejor cara.

Si echamos un vistazo a nuestra vida, podemos confirmar que el cambio ha sido constante en las diferentes áreas, sobre todo en las más importantes: salud, familia, trabajo, relaciones, etc. Y como parte de todo esto, nuestra forma de ver las cosas también ha ido cambiando.

Sin embargo, generalmente de primera intención no somos buenos asumiendo cambios. Nos acostumbramos rápidamente a las cosas y cuando nos mueven la mesa de lugar, la primera reacción tiene mucha probabilidad de no ser la más positiva. Dicho esto, también creo que esa adaptabilidad a nuevos escenarios puede trabajarse, y llevarla al menos a un punto en que no la asumamos como algo negativo o desfavorable en nuestra vida. Estoy seguro que si miras los cambios importantes a los que te has enfrentado en tu vida, de alguna manera han terminado siendo favorables para ti. Aunque en el momento de la tormenta, quizás no los viste así.

Aquí te comparto algunas cosas que he ido adaptando en mi vida no sólo para asumir los cambios que llegan sin avisar, sino para gestionar de mejor manera esos que decido perseguir intencionalmente:

  • Aceptar. Reconocer mi necesidad de tener el control y hacerme consciente de que por ley universal la vida no va a estar siempre a mi favor. ¡Somos muchas personas en el mundo! Con el solo hecho de aceptar esto como una máxima en tu vida, ya empiezas a colocarte en el camino de la verdadera aceptación. Que no es rendición, no es suprimir tu energía, sino más bien fluir ante las situaciones que se te presentan y vivir con la real convicción de que las cosas no te pasan A ti, sino que todo pasa PARA ti. Y que al final, todo termina sumando, dejando un aprendizaje importante en tu vida. Todo.

  • No descuidar lo que ya has logrado. Sucede que luego de que tenemos un hábito positivo integrado a nuestra rutina, (ej. comer mejor, hacer actividad física, tener una hora establecida para dormir, etc.) se produce un cambio y nos olvidamos de eso que estábamos construyendo. Es importante que podamos adaptarnos, pues los cambios serán una constante en nuestra vida y nuestros buenos hábitos no pueden depender de ellos.

  • Buscar ayuda. En muchas ocasiones, lo que necesitas para procesar mejor ese cambio o generar un cambio importante en tu vida, es una perspectiva diferente que quizás no estás considerando. Y esa perspectiva puede estar en una conversación con la persona indicada. No tienes que enfrentarte solo a los procesos de cambio. En esos momentos, un amigo, un Psicólogo o un Coach pueden hacer una experiencia totalmente diferente de ese proceso que debes afrontar.

  • Ser paciente. El 99% de los procesos de cambio son difíciles al inicio. La clave aquí es no exigirte demasiado, ir despacio y celebrar las pequeñas victorias. Cada pequeño avance que tengas, cada día que pasa contribuye a que ese cambio esté más cerca de que lo asumas como parte de tu vida.

  • Provocar un cambio, puede cambiarte la vida. Replantéate las áreas importantes de tu vida. Sobre todo esas que te están generando mucho estrés y están drenando tus niveles de energía. Empieza por una. En mi caso, cuando me replanteé mi matrimonio, todo lo demás fue cambiando. Al momento de concretar el nuevo planteamiento, es crucial que esté conectado con tu ¿PARA QUÉ? De esta manera, te mantendrás en total sintonía durante el proceso y estarás más enfocado en tus valores que en tus miedos.

Mi invitación es a que a través de estas recomendaciones y algunas que puedas diseñar tú mismo, empieces a abrazar los cambios de tu vida. Después de todo, si  “son lo único constante en nuestra vida”, es buena idea ir aprendiendo a llevarnos bien con estos.

Si encontraste valor en este artículo, compártelo con alguien a quien pueda servirle y escríbeme a tirso@holistico.do para que me dejes saber tu opinión. ¡Un abrazo!

Anterior
Anterior

Fluyendo a través de la aceptación

Siguiente
Siguiente

Bienestar como fuente de libertad