Intencionalidad en lo que consumo

Estamos viviendo un momento en que la cantidad de incertidumbre y situaciones ocurriendo en el país y en el mundo son muchas. Y en todas las dimensiones: salud, política, social, económica, etc. La gran carga de información que estamos consumiendo sumada a las responsabilidades que todos tenemos, han disparado nuestros niveles de estrés y de ansiedad. Lo que a su vez, ha afectado nuestros niveles de productividad y enfoque en áreas importantes de nuestra vida: relaciones, descanso y calidad de sueño, trabajo, etc.

Como sabemos, los medios y las redes sociales están en una constante lucha por atraer nuestra atención. Utilizan e invierten muchos recursos en la ciencia más actualizada y disponible para lograrlo. No es una coincidencia que si nos distraemos un poco, nos pasamos navegando una hora en Instagram; o viendo productos en Amazon. Eso está “fríamente calculado”. Así que hoy más que nunca, se hace muy relevante decidir a qué le voy a poner mi atención, pues cada actividad consume parte de la energía limitada que tengo cada día.

Mi objetivo hoy es plantar una semilla en tu mente: La intencionalidad como recurso.

Si puedes conectar con el significado de esta palabra y utilizarla como un filtro por el cual pasar toda la información que vayas a consumir, navegarás este mar de incertidumbre de una mejor manera. Además, utilizarás más eficientemente el mayor activo que tienes: tu tiempo. Y te aseguro que tus niveles de estrés y ansiedad volverán a ser tolerables para ti.

Mi invitación es a que hagas un stop, y evalúes la forma en que estás consumiendo información, de manera que puedas ser intencional con la información que consumes. Aquí algunas ideas:

  • Limpia tu feed de redes sociales. Sigue las cuentas que suben contenido sobre temas que realmente te interesan. De esta manera, evitas navegar por tiempo indefinido dejándote atrapar por contenidos que no suman a tu vida.

  • Sé selectivo con la hora, el tiempo y la fuente de lo que vas a consumir. Dos puntos importantes: 1) La noche no es la mejor hora para consumir noticias. 2)Recuerda que muchas fuentes de contenido responden a una agenda particular y se basan en opiniones de personas, no necesariamente en hechos.

  • Practica un “tech detox” de manera periódica. Puedes empezar por un par de horas y luego lo puedes ir extendiendo. La idea es desconectarte de la tecnología. Puedes recurrir a un libro, a algo que debas hacer en casa, pasar tiempo con tus hijos o mascota, cocinar algo, etc.

Una intención clara detrás del uso de tu atención, te dejará con mucha más energía para todo lo otro que quieres lograr en tus días, y te ahorrará las ansiedades y sentimientos de culpa que a menudo sentimos tras una sesión de consumo que no está alineada a lo que si queremos ver y sentir en nuestras vidas.

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