Meditación y la vida que quiero

Puedo afirmar sin duda alguna que la meditación es una práctica que ha cambiado mi vida. Su magia radica en que es un hábito fundamental para poder construir otros hábitos, en el camino correcto para ti. Mediante ésta, logras tener un tiempo de calma y silencio contigo que te permite centrar tus pensamientos, enfocarte y hacerte consciente de quien en realidad eres y de lo que buscas en la vida, y desde ahí construir tu realidad ideal auténtica, sin el ruido de expectativas externas o lo que el medio te dice que “debe ser”.

Aunque aún estoy trabajando en lograr la consistencia que quiero en mi práctica de meditación, ésta ya ha traído buenísimos resultados a mi vida:

  • Mantenerme más tiempo en el presente y realizar mejores elecciones.

  • Controlar episodios de ansiedad, presentes desde hace un par de años.

  • Manejar mucho mejor mis niveles de estrés sin que lleguen a interrumpir mi ritmo de vida.

  • Hacerme consciente de que no soy mi mente, sino el observador que está en control de ella.

Yo era de los que pensaba que para meditar debía sentarme con las piernas cruzadas en el piso y poner mi mente en blanco. La verdad es que no. Como todo, empezamos solo teniendo un momento de calma y poco a poco vamos desarrollando el músculo. Aquí te comparto algunas recomendaciones para que puedas iniciar a cultivar el hábito de la meditación:

  • Puedes hacerlo a cualquier hora del día, aunque te recomiendo que sea a primera hora. A esta hora todo está más tranquilo y no has entrado en las actividades diarias.

  • Busca un lugar tranquilo y libre de distracciones.

  • Siéntate en una posición cómoda con la espalda apoyada (puede ser en una silla) sin apoyar tu cabeza, colocando tus manos sobre tus muslos y cierra tus ojos.

  • Enfócate en tu respiración (o en un sonido o algo agradable para ti). Si vienen pensamientos, simplemente los ves pasar y regresa a tu respiración.

  • Puedes empezar con 5 minutos al día e ir incrementando según te vayas sintiendo más cómodo.

Realiza tu meditación sin ninguna expectativa y fluye con el proceso. Durante las primeras meditaciones es normal que te sientas un poco incómodo, pero te vas acostumbrando, y poco a poco irás desarrollando el músculo. Recuerda: es mejor meditar 5 minutos todos los días que media hora dos veces a la semana. La idea es conectar contigo mismo, con tu esencia, y con lo que realmente quieres en tu vida, desde un estado de sosiego y silencio - contrario al habitual plagado de velocidad y ruido.

De verdad me gustaría saber de tu experiencia, tanto si ya meditas como si recién inicias. Siéntete libre de compartírmela escribiéndome a tirso@holistico.do

Empezar a meditar puede ser un objetivo que potencialice todos tus demás objetivos.

Anterior
Anterior

Valores y mejores decisiones

Siguiente
Siguiente

¿Qué quieres cosechar?