¿Qué quieres cosechar?

Después de años de un comportamiento aprendido (y poco fructífero) de encontrar un culpable a todas mis situaciones de vida, ya fuera una persona, una cosa, el destino, un acontecimiento o un lugar; he llegado a entender que todo lo que nos sucede lo hemos generado nosotros y es nuestra responsabilidad asumirlo.

Caemos en la trampa de pensar que simplemente “nos suceden” cosas, y en realidad lo que sucede es que nos pasamos gran parte de la vida cosechando lo que en algún momento sembramos, de manera consciente o no. En algún momento, todos nos hemos desgastado buscando culpables, excusas y justificaciones. La tendencia del ser humano es desviar “la culpa”, pensar que lo que nos sucede es por causas externas, cuando en realidad somos nosotros mismos que nos generamos todas las situaciones que enfrentamos, sin importar las veamos como positivas o negativas.

Aunque pueda parecer que esto es una desventaja, no lo es; pues así como podemos generarnos situaciones que no deseamos, también tenemos el poder de empezar a sembrar lo que mañana queremos cosechar, y esto, es muy buena noticia.

Me parece una época muy apropiada para que nos detengamos a reflexionar sobre esto, pues muchos estamos en el proceso de definir nuevos objetivos para el nuevo año que entra, por lo que es importante mantenernos conscientes de que somos 100% responsables de todo lo que pase y deje de pasar en nuestra vida. Por esto, todos los objetivos que nos tracemos deben de estar acompañados de los comportamientos que debemos modelar para poder alcanzarlos.

Mi invitación para ti es que definas tus objetivos del próximo año teniendo en cuenta que serás tú el único responsable de los resultados. Solo de ti dependerá recoger frutos de tu árbol o tener que poner más agua y abono en el futuro cercano.

Si encontraste valor en este artículo, compártelo con alguien a quien pueda servirle y escríbeme a tirso@holistico.do para que me dejes saber tu opinión. ¡Un abrazo!

Anterior
Anterior

Meditación y la vida que quiero

Siguiente
Siguiente

Descifrando las etiquetas