Abundancia como mentalidad

Abundancia es una palabra a la cual podemos darle muchos significados. Cada vez que la escuchamos, algo viene de inmediato a nuestra cabeza: Dinero, bendiciones, salud, trabajo, amigos; cada quien conecta con lo que sus creencias le han mostrado que es la “abundancia” y qué significa eso en su vida.

Durante la mayor parte de mi vida adulta, tenía muy claro lo que era abundancia para mi: obtener cosas a través de mi trabajo; tan simple como eso. Y así pasé muchísimos años, poniendo en mi estante mental todos esos trofeos; hasta que me di cuenta de que ya los trofeos no me estaban generando las sensaciones agradables que antes me generaban. Entonces, era abundante en cosas y personas que veía a mi alrededor, pero había una gran escasez de alegría y entusiasmo en mi interior. Me había enfocado tanto en conseguirlos, que el cómo me sintiera al tenerlos había dejado de ser importante.

Cuando empezó mi camino hacia el bienestar personal, hacia descubrir quién en realidad era yo, qué cosas quería y qué tipo de persona quería ser, empecé a darme cuenta la versión tan limitada que tenía de abundancia. Empecé a replantear lo que esta palabra representaba para mí y a desaprender todo lo que siempre había escuchado y creído sobre ella. Fue un momento “aha” cuando pude hacerme consciente de que la abundancia no tiene nada que ver con algo físico, sino con una manera de pensar ante la vida; y no solo de pensar, sino una forma de vivir y asumir la vida. Esto me llegó tan profundo que inmediatamente hice un compromiso conmigo: haré lo necesario para construir esa mentalidad.

Y sí, aún persigo trofeos en mi vida, pero con una perspectiva diferente. Y aunque sé que aún puedo mejorar bastante, te comparto las cosas que estoy trabajando para fijar una mentalidad de abundancia:

  • Solo me involucro en proyectos (personales y laborales) que mueven mi curiosidad. Esto a primera vista suena fácil, pero no lo es. Hay que decir que no a personas que quieres muchísimo. “La pasión no existe en un trabajo, existe dentro de ti para realizarlo”.

  • Mantengo el enfoque en una actitud de agradecimiento. Por todo lo que pasa y por lo que deja de pasar en mi vida. Estamos rodeados de abundancia, siempre. Sé que todo sucede PARA mi; sin importar lo que eso represente en el momento.

  • Creo intencionalmente momentos de estar conmigo. Momentos en los que tengo ese espacio de entender las cosas que estoy pensando y sintiendo (meditación, journaling, caminatas al aire libre).  

  • Invertir en el proceso, no en el resultado. No se trata solo de lo que logres (resultado), se trata de cómo abordas cada tarea, de la energía que pones en cada cosa que haces. En ese camino está el aprendizaje, que te irá llevando cada vez a un nivel superior de consciencia.

Mi invitación es a que reconozcas la abundancia en tu vida, a que empieces a darle una perspectiva que funcione para ti y no dejes que alguien defina lo que la abundancia significa en tu vida. 

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