Desconectarse para conectar

No te preocupes, esto no es un artículo más diciéndote por una pantalla que ¡debes dejar de estar tanto en frente de ellas! - aunque es buena idea bajarle un poco, si la virtualidad te está aislando de la realidad, y buscas conectar contigo para conectar mejor con los demás. Es una invitación a aplicar ese “unplug” a cualquier cosa de la que estemos saturados. Incluso esas elecciones que suman a nuestras vidas, pueden llegar a abrumarnos.

Cuando no abordamos esos comportamientos que son positivos para nuestra salud y bienestar con cierta flexibilidad, pueden causarnos el síndrome de “burn out” o desgaste; y llega el momento en que necesitamos un descanso para poder seguir. Y es que al final, se trata también de disfrutar esos buenos hábitos que estamos construyendo.

Para ilustrar un poco a qué me refiero con esto, te cuento una situación que tuve hace unos meses en sesiones de Coaching: Un cliente me comentaba que tenía ya un tiempo creando el hábito de ir a correr, pues era la forma de realizar actividad física que más disfrutaba. Se encontraba ya en un punto en que no faltaba a ninguna sesión de entrenamiento;  incluso ya había corrido un maratón. Sin embargo, empezaba a sentir ese desgaste, que más que físico, era mental. Se estaba dando cuenta de que ya no lo estaba disfrutando tanto, pues cada vez se le hacía más difícil encontrar las ganas de ir al parque a entrenar.

La estrategia que surgió como parte del proceso de Coaching, fue que experimentara con otras formas de realizar actividad física; que combinara en running con sesiones de pesas, yoga o bicicleta (otros ejercicios que le llamaba la atención), para romper un poco el patrón y evaluar cómo se sentía. Incluso conversamos sobre la posibilidad de que fuera a correr a lugares diferentes del que iba regularmente, y que se enfocara en disfrutarlo más que en obsesionarse con los resultados que le arrojaba el Garmin (reloj para correr).

Y así fue como esta persona no solo pudo rebasar el desgaste mental que tenía de realizar por muchos meses el mismo tipo de actividad física, sino que su pasión por el running aumentó y hoy día ya tiene un par más de maratones bajo su manga. Además, descubrió una nueva pasión inexplorada, el yoga.

Aquí te comparto el aprendizaje que me quedó de ese proceso de Coaching:

  • El desconectarse para conectar aplica y puede suceder en cualquier área de bienestar: alimentación, relaciones, profesión, espiritualidad, etc. Experimentar nuevas formas de hacer las cosas que suman valor, siempre será satisfactorio. 

  • Si descubres que experimentas algo nuevo que te gusta y te hace bien, es una oportunidad para mantenerlo en tu vida. Y si descubres que no va contigo, obtuviste el aprendizaje y te conoces aún mejor. Es una experiencia en la que ganas de cualquier manera.

  • La mejor manera de mantenerte consistente en la construcción de un hábito, es darte el permiso de no tener que hacerlo perfecto y de reconocer que puedes adaptarlo a tu individualidad como persona.

Y tú, ¿has pensado qué cosas te gustaría experimentar?

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