Administrar mis niveles de energia

Una de las cosas que en lo personal me motivó a priorizar mi salud, fue darme cuenta de que no contaba con adecuados niveles de energía. Sentía como después del mediodía mi combustible se iba acabando y cada vez se me hacía más difícil completar las cosas que tenía que hacer durante el día; tanto en lo laboral como en lo personal. Llegaba al final de la tarde exhausto; solo con ganas de tirarme a ver televisión y comer comida de esa que es “fácil de comprar y que no requiere preparación” (ya saben a la que me refiero). Justo en ese momento empezaba el círculo negativo: alimentación deficiente + no gestionar buena calidad de sueño + no tener definido un propósito de vida (explico más adelante) = bajos niveles de energía.

El factor más importante para asegurar que tenemos la capacidad de perseguir lo que nos propongamos en la vida, es contar con la ENERGÍA suficiente. Esa energía es la que nos permite crear la transformación que buscamos no solo en cuanto a la salud y bienestar, sino en cualquier área de nuestra vida. Por eso es tan importante accionar para elevarla y establecer prácticas que nos permitan mantenerla. Aquí te comparto algunas cosas que fueron clave para mi cuando me propuse ambas cosas:

Ser intencional con dormir bien. Para dormir bien no es suficiente esperar que me dé sueño para irme a la cama. Eso que hago una hora antes de dormir, en gran medida va a definir la calidad de esas horas de sueño. El sueño hay que gestionarlo y de manera intencional tener una estrategia para que tus horas de recarga sean efectivas en la regeneración de los órganos y sistemas vitales del cuerpo y sobre todo del cerebro.

No negociar mis 2 primeras horas del día. De la forma en que empieza tu día, irá tu día y tu vida; pues la suma de cada día es lo que forma tu vida. En mi caso, empezar el día de manera pausada, sin corre corre y decidiendo YO lo que voy a hacer, me ha traído una paz enorme. En ese tiempo realizo algunas cosas que considero tesoros en mi vida y que me ayudan a navegar el día desde un mejor lugar:

  • Meditar. En mi caso, ha sido lo que me ha permitido manejar episodios de ansiedad que ya no están presentes frecuentemente en mi vida.

  • Realizar Actividad Física. Empezar las mañanas con movimiento hace que me conecte con mi cuerpo y que físicamente lo tenga disponible para lograr esos objetivos que son importantes para mi.

  • Lectura. Cada libro te ofrece una perspectiva más amplia de la vida, regalándote siempre un aprendizaje.

Más comida no procesada. Enfocarme en echarle combustible premium al único vehículo con el que cuento para conseguir cualquier cosa que quiera en la vida. Una alimentación más limpia: proteínas, grasas y carbohidratos de buena calidad, vegetales en todas mis comidas, no utilizar azúcar añadida, comer la fruta en vez de tomar el jugo, eliminar el uso de aceites de soya, canola, maíz, girasol (preferir oliva, coco, aguacate); son algunas de las cosas que más me han apoyado - en adición a reconocer la importancia de mantenerme hidratado con agua durante el día.

Mantenerme conectado a un propósito. Conocer y definir mis valores personales y lo que es importante para mi, ¿Qué quiero? ¿Qué tipo de vida quiero vivir? ¿Qué persona quiero ser?; y conectar todo lo que hago a esos valores y propósito de vida. Aunque este último punto no se vea tan asociado a mantener niveles de energía, ha sido parte importante de mi proceso, pues una de las cosas que más me robaba energía y calidad de vida, era no tener claro mi norte en las áreas importantes de mi vida, descuidando cosas importantes para mi  por perseguir algunas que al final no me sumaban.

No hay una receta que funcione para todos cuando se trata de administrar de manera adecuada nuestros niveles de energía; explora, prueba y experimenta qué cosas pueden funcionar para ti. Cuando logras mantener estable tu energía, tus días y tu vida fluyen de manera diferente.

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