Alimentación y la pandemia

Sé que no es el momento ideal para ser muy selectivo con nuestra alimentación pues en estos momentos de encierro por pandemia, estamos limitados en muchos sentidos. Sé también que tampoco es el momento de empezar a probar con un tipo de alimentación específica. Lo entiendo e incluso, estoy de acuerdo.

Sin embargo, tampoco es momento de empezar a comer un montón de las comidas que vienen en cajas de colores, latas u otros empaques, pues debemos recordar que la situación por la que estamos atravesando, de alguna manera es un llamado a echar un vistazo a nuestra salud y a cómo hemos venido tratando al cuerpo. Y si hablamos de salud, creo que todos estaríamos de acuerdo que lo que pones en tu tenedor juega un papel determinante.

Ya sabemos que comer frecuentemente papas fritas, azúcar, refrescos carbonatados y comida procesada no son las mejores opciones si queremos mantener nuestro peso. Pero a veces pasamos por alto que este tipo de alimentos también puede afectar nuestros niveles de energía, capacidad de concentración y hasta humor.

Tomando en consideración el momento en que estamos viviendo que, claro, nos presenta limitaciones para conseguir lo que vamos a comer, te comparto algunas cosas que me han funcionado para ir adaptándome a la cuarentena sin perder por completo mis hábitos de alimentación. Parecen cosas sencillas y simples que todos sabemos; pero la realidad es que nos cuesta mucho aplicarlas y esa parte es la que hará la diferencia.

  • Planifica. Aunque te parezca un tema de estrategia de negocios, cuando quieres empezar a comer mejor, la planificación es obligatoria. Como, planifiquemos o no, terminaremos comiéndonos lo que haya en la despensa y la nevera, dedicar un rato a una planificación semanal que asegure que en éstas lo que haya te haga bien. Además, te quitará el estrés diario de no saber qué preparar, pues habrás ido al súper con mayor enfoque de lo que necesitas y pondrás en tu mesa mejores opciones.

  • Involúcrate de alguna forma. Es importante que te metas en la cocina. No tiene que ser a prepararlo todo; puedes elegir una de las cosas que se van a comer o puedes ayudar a tu pareja a prepararlo. Esto te dará una sensación diferente al comer; una apreciación distinta de todo lo que hay detrás de cada plato que te sientas a comer, así como la oportunidad de jugar con diferentes preparaciones y sazones para generar variedad. 

  • Busca inspiración. La cantidad de opciones de recetas es casi infinita. Busca videos en los que veas nuevas opciones de lo que pudieras estar preparando en casa. Atrévete a probar cosas diferentes. A veces con sólo cambiar la manera de preparar un plato o un ingrediente, logramos consumir alimentos saludables que antes habíamos descartado. 

  • Piensa más en combustible y menos en entretenimiento. Recuerda que tu plato debe tener un balance entre carbohidratos, proteína de calidad y grasa saludable. Minimiza alimentos que inflaman y ultraprocesados (azúcar, lácteos, comida frita, embutidos, sal, harina refinada). Enfocarte en darle a tu cuerpo lo que necesita para estos días tan diferentes a lo usual que estamos viviendo, en vez de combatir el aburrimiento comiendo, o incluso escapar de frustraciones a través de la comida, puede ser una buena estrategia. Es decir, en vez de restringirte, trabaja conscientemente por darte combustible de calidad para lo que quieres lograr. 

  • Disfruta. Recuerda que el comer no se trata solo de qué tan rica está la comida. Se trata también de la conexión que haces con ella y con las personas que comen a tu lado. Conviértelo en una experiencia agradable para ti.

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