Bajar el ritmo para mejores resultados

Estamos viviendo a un ritmo difícil de mantener. Vamos siempre corriendo y a veces no sabemos ni porque. Pareciera que nuestra vida dependiera de qué tantos pendientes resolvamos en el día. Y es que ser productivo hoy día se ha convertido en uno de nuestros mayores retos. Cuesta mucho enfocarnos en la tarea que tenemos delante pues los distractores son muchos y se actualizan a cada segundo.

Grupos de whatsapp, redes sociales y fuentes de noticias tienen una guerra constante por nuestra atención. Y ni hablemos de lo “inteligente” que se está volviendo la publicidad. Pues ya recibimos anuncios personalizados y de artículos que en un momento mostramos algún interés de adquirir.

Contrario a lo que quizás pensamos, cuando nos pasamos nuestros días en modo “multitarea”, terminamos con mayor nivel de estrés y cansancio, y no necesariamente fuimos más productivos. El acumulamiento de días como estos es lo que nos lleva al “burnout” (agotamiento físico y mental), provocando que nuestro cuerpo empiece a presentar síntomas, que luego pueden convertirse en alguna enfermedad. Esta es la manera en que nuestro organismo nos da las señales de alerta de que debemos bajar el ritmo.

Un hábito que sumará bienestar a tu vida, es crear momentos durante el día en los que te enfoques únicamente en una tarea, sin ningún dispositivo o pantalla que te recuerde otro pendiente o que te muestre la “maravillosa” vida que llevan otros.

Aquí te comparto algunas prácticas que te ayudarán a bajar el ritmo durante el día y no afectarán tu productividad:

  • Prepara tu día la noche anterior. Esto te dará claridad de cómo debe ir fluyendo tu día. Es importante priorizar los pendientes y realizarlos en ese orden.

  • Diseña tu rutina de la mañana. No hay una receta para una buena rutina, lo importante es que construyas una que funcione para ti, pues lo que haces al despertarte en la mañana, puede impactar tu desenvolvimiento durante todo el día.

  • Come más lento. Disfruta tus comidas. Estos pueden ser momentos sagrados en tu día. Mastica despacio y hazte consciente del sabor y la textura.

  • Saca un tiempo de tu día para estar contigo. Pueden ser 10 ó 15 minutos de cerrar los ojos y visualizar tus metas personales, hacer algunas respiraciones profundas, o simplemente calmar tu mente y no pensar en nada.

  • Conecta con familiares y amigos. Pongamos a un lado nuestros móviles y tratemos de realmente conectar con una persona, enfocarnos en escucharla y disfrutar de una conversación agradable.

  • Agenda bloques de tiempo en los que trabajes enfocado en una sola tarea. En mi caso ya lo tengo comprobado, enfocarme en una sola cosa a la vez, aumenta considerablemente mi productividad y me permite alcanzar resultados de mayor calidad.

  • Programa el tiempo para responder, interactuar en redes sociales y estar en internet. No quiero satanizar estas cosas pues reconozco que son parte de nuestra vida, y el vehículo en el que te entrego mensajes como este; solo que cuando no delimitamos claramente cómo las vamos a utilizar, pueden robar mucha de nuestra energía y afectar nuestra productividad.

Explora estas y otras maneras sencillas de ir bajándole algo, partiendo de que el uso de tu energía diaria vale oro. Donde pongas tu enfoque y esfuerzo, que sea de un real provecho y te mueva en dirección de tus metas. Mirar cada tarea a través de este filtro, con el fin en mente de dedicarle el tiempo y atención que ameriten, sin duda te hará no lograr más en menos tiempo, sino lograr lo que es necesario, eficientemente.

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