Consecuencias de la falta de sueño
¿Algunas vez has observado cómo transcurre tu día luego de una noche en la que dormiste bien?
TODO ocurre de manera diferente: sientes que tu cuerpo responde mejor a los retos del día, tienes mejores interacciones con las personas, tu productividad es adecuada - tanto a nivel laboral como personal, interactúas mejor con tus emociones; en fin, el día fluye de una mejor manera.
La gran mayoría de las personas somos capaces de dormir bien sin depender de medicamentos ni suplementos; y esto es una posibilidad para ti si así lo decides. Cuando conoces qué cosas debes tener en cuenta para gestionar buenas horas de sueño y vas accionando de manera progresiva hacia ellas, en unas semanas puedes estar cambiando de manera significativa la calidad de tus horas durmiendo.
Dormir bien no se trata de darle a off al switch cuando ya no podemos más. Dormir es un proceso vital para nosotros, por lo que debe ser gestionado intencionalmente y de una manera adecuada. Es triste, pero la realidad es que no lo estamos logrando, pues de acuerdo a las estadísticas, cada vez estamos durmiendo menos y con menor calidad; pasando por alto que - “No es posible alcanzar niveles adecuados de salud y bienestar si no estamos durmiendo bien”.
Si bien es cierto que podemos funcionar algunos días con pocas horas de sueño, acumular noches de mal dormir termina por pasarnos una factura muy alta y difícil de pagar, ya que no obtenemos los beneficios de esa reparación (física y mental) que solo se produce en las noches al dormir y más temprano que tarde empezamos a experimentar algunas de las consecuencias más comunes:
Sobrepeso. Dormir mal afecta considerablemente nuestro poder general de tomar decisiones, y esto nos hace sucumbir mucho más fácil a antojos por comida chatarra y por azúcar.
Los efectos de la ansiedad y la depresión se maximizan cuando el sueño no es adecuado.
Se deteriora nuestra capacidad de aprendizaje. Si no alcanzamos etapas profundas de sueño (sueño REM), se afecta nuestra memoria y nuestra capacidad de atención.
Somos más propensos a padecer condiciones de salud (enfermedades cardiovasculares, cáncer, diabetes, etc.) y a tener un sistema nervioso y hormonal en desbalance.
Altos niveles de estrés e irritabilidad, lo que puede afectar de manera considerable nuestras relaciones más cercanas.
Bajos niveles de creatividad, enfoque y rendimiento físico; produciendo que seamos menos productivos en el trabajo, en la casa y en el gimnasio.
Acumular pocas y malas horas de sueño, acorta tu longevidad. Y no solo eso, sino la calidad de vida de esos últimos años de vida.
Somos más propensos a tener accidentes de tránsito. Conducir habiendo tenido una mala noche de sueño es comparable con hacerlo bajo efectos de niveles no permitidos de alcohol.
Una de las mejores decisiones que puedes tomar en este 2022 es tener mejores noches de sueño. La buena noticia es que depende de nosotros, de accionar hacia comportamientos que apoyen el tener un sueño de calidad.
Cuando empiezas a dormir bien, a afrontar los días con mejores niveles de energía, muchas cosas a tu alrededor empiezan a cambiar de manera positiva.
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