El desayuno no es la comida más importante del día

Crecimos escuchando a nuestras mamás diciéndonos: “No puedes salir de la casa sin desayunar, el desayuno es la comida más importante del día”. Muchos de nosotros incluso nos obligamos a comer algo luego de despertar (muchas veces sin hambre) para tener la “energía” necesaria para asumir el día. Quiero contarte una perspectiva diferente, para que así puedas sacar tus propias conclusiones.

La primera cosa a cuestionarnos en cuanto a este tema es: ¿Dónde está escrito que debemos comer tres veces al día? Esto de desayuno, comida y cena responde a un acuerdo social y no a las necesidades nutricionales de nuestro organismo. Si pensamos en nuestra evolución, vemos cómo la mayor parte de los años que los humanos han habitado este planeta, hemos sido cazadores y recolectores; es decir, la comida no estaba disponible todo momento como hoy día; por lo que no era posible programar los momentos en que íbamos a comer.

De aquí surge una segunda interrogante: ¿Voy a comer porque tengo realmente hambre o porque la comida está disponible? O mejor aún: ¿Voy a comer porque a esta hora es que tengo tiempo?

Hoy día ya sabemos que para lograr salud metabólica, no es recomendable comer cinco o seis veces al día, pues me paso todo el día disparando insulina en mi cuerpo y no permito descanso a mi páncreas y órganos que procesan los azúcares de eso que como. Por esto, es de mucho beneficio para nosotros, empezar poco a poco y de manera progresiva a comer tres o dos veces al día y que dejemos pasar al menos doce horas entre nuestra cena y la primera comida del día.

Cuando pensamos en esto, hace sentido concluir que todas las comidas son importantes y que realmente no pasa nada cuando “llega la hora”, no tengo hambre y me vuelo una comida; de hecho podría ser algo que termine trayendo beneficios a mi cuerpo, pues genero un descanso a mi sistema y funciones digestivas. Algo importante a destacar es que cuando nuestra alimentación se basa en alimentos enteros no procesados (proteínas, grasas, carbohidratos de calidad), una sola comida es suficiente para muchísimas horas de saciedad y energía.

Hago ejercicio en la mañana; ¿es necesario que desayune antes? La verdad es que no. La energía que necesitas para hacer ejercicio en la mañana no viene del desayuno, es una energía que tenías ahí guardada ya. Si vas en ayuno a hacer actividad física y sientes que te da un mareo (que puede pasar), esto puede ser una alerta de que tienes alguna alteración metabólica que debes trabajar. Lo normal es que vayas a hacer ejercicio y no pase nada. Me refiero a una sesión normal de 45-60 min de ejercicio.

Puedes empezar a experimentar poco a poco estas cosas a ver como va respondiendo tu cuerpo. Lo más probable es que rompas algunos mitos que traemos desde hace años en nuestro disco duro en relación a cómo debemos comer. Esto sin duda va a hacer que te conectes con tu cuerpo, escuches cuando realmente necesitas echar combustible y aprendes a detectar los momentos en que comes simplemente porque es “la hora” o porque tienes la comida disponible.

La invitación es a que empieces a conectar con la manera en que funciona tu cuerpo con relación a la comida y puedas darte cuenta que cuando logras establecer un patrón que responda a tu bioindividualidad como persona, vas a sentirte muy bien físicamente y vas a poder controlar de mejor manera tu peso y tus niveles de energía. Empieza de manera progresiva, ajustando las veces que comes durante el día. Hacer cambios muy drásticos de manera rápida, puede producirte un desbalance y entorpecer el proceso.

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