El poder de un "no"

Hoy día la expresión “no tengo tiempo” está concursando para ser la excusa #1 a nivel mundial. Y la realidad es que detrás de ella hay dos razones muy importantes:

  1. No tener prioridades claras.

  2. No saber decir que “no”.

En este artículo, vamos a estar hablando de la segunda.

Me encantó algo que leí hace unos meses de Brené Brown, donde decía que le tomó años entender que “No” es una oración completa. Y es que siempre que decimos un no a alguien, entendemos que debemos dar una explicación o justificación; e incluso habiéndola dado, experimentamos vergüenza y nos sentimos mal. Sin embargo, un no dicho en el momento correcto, tiene el poder de cambiar totalmente la forma en que van a ocurrir las cosas en nuestra vida.

No solo se trata de decir que “no” a cosas que realmente no queremos en nuestra vida. Eso es fácil. El reto se encuentra en que para que podamos enfocarnos en lo esencial, en lo que realmente suma a nuestra vida, es necesario hacerlo ante oportunidades reales e importantes para nosotros. Esto, por una simple razón: no todo cabe en nuestro plato en todo momento. Y esto se entiende muy fácil; llevarlo a la práctica no lo es tanto.

Es importante  hacernos conscientes de que cuando decimos “sí” sin tomarnos el tiempo de entender cómo eso impacta nuestra vida (para validar que es algo esencial y que queremos en este momento), podemos estar diciendo que “no” a algo que sí es importante y prioritario. Ese es el cálculo que a menudo no hacemos, y entonces pasa que decimos que “si” y luego andamos abrumados o inventando excusas por no haber sido claros desde el principio y para no “quedarle mal a alguien”. En esos casos, un “no” honesto y a tiempo, puede evitar dañar la relación y/o afectar actividades importantes que habíamos incluido en nuestra agenda.

En lo personal, reconozco que aún me cuesta. Luego de haber leído el libro Essentialism de Greg Mckeown, y de acuerdo a mi experiencia, aquí te comparto algunas estrategias que me han funcionado para ir aprendiendo a decir esos “no” tan necesarios para nuestra paz, bienestar y el cumplimiento de nuestros objetivos:

  • Cuando dices “no” estás protegiendo tu mayor activo: tu tiempo. Por eso, cuando lo digas,  conecta con esas cosas importantes para ti que se verían afectadas si te comprometieras con esa nueva propuesta.

  • Un “no” claro y con decisión, es más elegante que un “sí” con el que no estás comprometido. En muchas ocasiones, el miedo a decir que “no” nos lleva a dar una respuesta vaga y no comprometida, como “voy a tratar”. Al final, esto será más difícil de sobrellevar y terminará lastimando la relación.

  • Puedes decir “no” sin utilizar la palabra no. Todos lo hemos oído: “el español es muy rico”. Puedes auxiliarte de esa riqueza: “te agradezco mucho la oportunidad, pero la tengo que dejar pasar, será para la próxima”, o “me encanta tu propuesta, pero la verdad ya me he comprometido con otras cosas y te quedaría mal”. Y así, otras en las que puedes pensar.

  • Separa el decir “no” de tu relación con la persona. Procura siempre recordar y hacerte consciente de que tu decisión no tiene nada que ver con la relación que tienes con esa persona. Tiene que ver con los compromisos que has hecho contigo mismo.

Mi invitación es a que seamos más conscientes de los compromisos que asumimos. Al final, muchas de las cosas que colocamos en nuestras agendas no son esenciales para nosotros; y éstas pudieran ser las causantes de que nos veamos diciendo “no tengo tiempo”. 

Cuando recibas una solicitud, crea el hábito de darte tiempo y espacio para analizar si merece un “si” de tu parte. Es probable que si lo piensas un rato, te des cuenta que lo que realmente sale de tu intuición es declinar. Por eso, de primera intención a veces la respuesta más inteligente a una solicitud es: “déjame pensarlo y te confirmo mi decisión más adelante”.

Al verte diciendo que no, quizás sientas que la gente está un poco decepcionada, pero te aseguro respetarán tu honestidad; y el que hayas definido límites claros será algo que quieran para su propia vida.

Si encontraste valor en este artículo, compártelo con alguien a quien pueda servirle y escríbeme a tirso@holistico.do para que me dejes saber tu opinión. ¡Un abrazo!

Anterior
Anterior

No sé lo que quiero

Siguiente
Siguiente

Presupuesta tu tiempo