Enamórate del proceso
Lo verdaderamente importante de todo objetivo que te traces en la vida, es que te comprometas con el proceso. Muchas veces nos enfocamos y hasta nos obsesionamos con un determinado resultado, cuando en realidad es en el proceso de lograr algo donde está el crecimiento y aprendizaje que produce un cambio valioso en nosotros. Resulta entonces mejor poner nuestra mirada en ese camino, y enamorarnos de lo que viene, para disfrutar cada paso, no solo al final.
No está mal visualizarte logrando tu objetivo, llegando a la meta; la pregunta es: ¿Estás dispuesto y comprometido a agotar cada una de las etapas necesarias para alcanzar ese resultado? La verdad es que muchas veces no, y en el momento en que nos hacemos conscientes de esto, es cuando nos desanimamos y decidimos abandonar el proyecto. Por ejemplo: Imagina que una persona tiene como objetivo completar un triatlón (nadar, montar bicicleta y correr de manera continua hasta terminar la distancia del evento para cada disciplina). Esta persona admira mucho las características de un triatleta: excelente condición física, cuerpo tonificado, realizar estos ejercicio al aire libre, siempre bronceado, etc. Lo que debe preguntarse es si está dispuesta a entrenar cinco o seis días a la semana, a acostarse temprano, ya que debe entrenar a las 5am al otro día, a tener entrenamientos largos (3 o 4 horas), a comer diferente, a no poder asistir a actividades, ya que debe cumplir con el calendario de entrenamiento, y la lista sigue. Y además de esto, desempeñar todos sus roles: trabajar, ser padre o madre, compartir con familiares o amigos, y todas las demás responsabilidades que todos tenemos.
Aunque este sea un ejemplo aplicado a la actividad física, igual puede aplicar para objetivos que te traces en otras áreas de tu vida como tu carrera, relaciones personales, alimentación, espiritualidad, entre otras.
Mi invitación para ti es la siguiente: aunque haya partes del proceso en torno a tu meta que no te agraden, sé consciente de que para lograr un resultado debes primero pasar por una serie de etapas, con sus respectivos cambios tanto de enfoque como de prácticas, que te irán preparando para asumir ese resultado final que anhelas. Cada etapa es necesaria y debes estar dispuesto a superarla con responsabilidad. Así que, enamórate del proceso para que cada peldaño lo disfrutes, y ya verás como todos tus objetivos serán un éxito, independientemente del resultado que obtengas.