Estar en sobrepeso es una alerta, no una condena

“Somos la única especie obesa del planeta”.

Escuché esto recientemente y la verdad es que debe decirnos algo. Fíjate cuando salgas a la calle, fíjate en los cursos de los colegios, en tus compañeros de trabajo y en tus familiares y amigos. Verás cómo ha cambiado la gente de lo que recuerdas hace 20 ó 25 años. ¿A qué se debe esto? ¿Hemos normalizado el estar en sobrepeso? 

Esa manera de obviar que encontrarse en un estado de sobrepeso u obesidad está relacionado a la causa de muerte número 1 en el mundo: la enfermedad cardiovascular y todo lo que esta genera; nos hace también no alarmarnos ante la realidad de que el número de muertes por causas relacionadas directamente con obesidad, resulta más significativo que el de la pandemia que estamos viviendo actualmente. Con países como Chile, México y Estados Unidos, con un 70% de su población en obesidad y altas tasas de enfermedades que se complican por la misma, es evidente que nuestro cuerpo no está preparado para llevar de manera sostenida todas esas libras de más. Las articulaciones van a sufrir y nuestra salud interna (producción de hormonas) se va a ver afectada. Y las facturas llegarán más temprano que tarde.

No se trata de estética. No se trata de “gordofobia”. Es un tema de revisar hacia dónde nos hemos ido como sociedad, pues esto lo hemos creado con nuestros malos hábitos. ¿Por qué seguimos pensando que este tema se resuelve con una dieta de 21 días, o con tomar pastillas quemadoras de grasa o polvos mágicos para recuperar un peso saludable? Tener un peso adecuado no debe ser visto como un fin; sino como el medio para alcanzar mejores niveles de Bienestar en mi vida. El peso “ideal” no es aquel que te hace lucir mejor, sino el que te permite mover y usar tu cuerpo para todo lo que quieres que haga, y no solo en tu juventud, sino a lo largo de tu vida. 

Educarnos y educar a nuestros hijos en cuanto a tener un cuerpo sano, no tiene nada que ver con tener un cuerpo de fotografía, atlético y con cuadritos en el abdomen; se trata de amor propio, de amor a mis seres queridos, de sentirme bien física y mentalmente, de cuidar el único vehículo que me llevará durante toda la vida; permitiéndome o disfrutar de ella a plenitud, o pasar mis últimas décadas visitando doctores.

El tema es aún más delicado con los niños. ¿Por qué? Porque ellos no eligen. Terminan comiendo lo que nosotros los adultos les damos y hacen lo que nosotros hacemos. Si no tenemos buenos hábitos, sucede que ellos terminan heredando los nuestros y luego le echarán la culpa de su obesidad a la genética.

Con este artículo no pretendo criticar a nadie ni decir que el exceso de grasa en tu cuerpo es algo anti-estético. Las personas con sobrepeso ya tienen suficiente con los prejuicios y discriminación de la sociedad. Además, no solo tu peso determina tu salud, sino que hay también otros factores que juegan un papel importante (actividad física, calidad de sueño, salud mental, etc.). Voy más por el camino de levantar una bandera hacia una problemática que está afectando muchas vidas; y sobre todo mucha calidad de vida. No todas las personas grandes y gruesas están enfermas, simplemente entiendo que estar en sobrepeso puede generarte muchas condiciones de salud en el tiempo y es una alerta importante para revisar indicadores claves de salud (ejemplo: todo lo que tiene que ver con salud metabólica).

Mi invitación es a la reflexión, a que pienses cuáles son esos hábitos alimenticios y de estilo de vida que estás cultivando y que tienen que ver con lo que estás cosechando. No se trata de perseguir un número en tu balanza, sino de gozar de una salud que brinde calidad a los años vividos. 

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