Exceso de información

Llámalo perfeccionismo, llámalo inseguridad; pero la verdad es que cada vez que he tenido un proyecto u objetivo entre manos, el hambre de información me ha parecido insaciable. Constantemente me he visto consumiendo altas dosis de información para tomar decisiones adecuadamente informadas, luego planificando todo a la perfección para, llegado momento de la acción, sentir que necesito contestar más preguntas, hacer más análisis, más cálculos, trabajarme internamente más, y por ahí me voy infinitamente. El sentimiento es igual al de un atracón a media noche.

Y es que los contenidos de crecimiento personal pueden llegar a ser adictivos, al punto de creer que cuando leemos un libro o vamos a un seminario o taller estamos haciendo algo grande a favor de nosotros, cuando la verdad es que si no accionamos sobre ese conocimiento, estamos en la misma página que antes, solo que con un poco más de información. Para nada quiero decir que consumir contenido que sume o planificar ese proyecto que tienes en mente no es una parte importante de iniciar a desarrollar una idea, lo que sí debemos tener claro es que para empezar, en la mayoría de los casos, no se necesita tanto.

No tiene que ser perfecto, no tiene que ser exactamente como te lo has imaginado, no tienes que estar viendo el camino completo para empezar a caminar en él; con lo básico puedes empezar e ir redireccionando tu curso en el camino. Pienso que en esos ajustes están los mayores aprendizajes, los que te acompañarán toda tu vida aunque decidas más adelante cambiar algunos aspectos o hasta totalmente ese proyecto que tanto te atraía.

Aunque ahora al menos lo puedo reconocer, verlo desde fuera y estar consciente de que me pongo glotón de contenido, para luego cargar el peso de la inacción; el hábito de accionar es uno que está en proceso de construcción para mi. Aquí te comparto de manera breve lo que mejor me ha estado funcionado para moverme a la acción:

  • Hacer un compromiso con mi objetivo y respetarlo.

  • Remover las cosas que sé que no están sumando a mi objetivo.

  • Agendar las actividades que deben ser completadas para lograrlo y no negociar el tiempo para completar las mismas.

¿Tienes obesidad de información como yo? Reconozcamos que esas libras de más en información nos han mantenido sin avanzar y tomemos acción sobre esas ideas, proyectos, sueños que siempre hemos tenido. ¡EMPECEMOS! ¡HOY!

Anterior
Anterior

Son beneficiosas las comparaciones

Siguiente
Siguiente

Algo más que alimentación y ejercicio