Magnesio y salud

Hay dos cosas importantes a considerar al decidir tomar algún tipo de suplemento:

  1. Es mejor obtener los nutrientes que necesito por medio de una alimentación adecuada. Una buena suplementación nunca igualará a una buena alimentación. Esto debido a que un suplemento obtenido en un laboratorio, no tiene la misma calidad que el que obtienes de manera natural a través de los alimentos o de un proceso que realiza tu cuerpo.

  2. Antes de utilizar suplementos, es importante validar que realmente tengo una deficiencia; pues pudiera estar invirtiendo dinero en algo que no está causando ningún efecto.

Dicho esto, uno de los nutrientes que en un alto porcentaje las personas presentan deficiencia es el magnesio; un mineral que regula muchas funciones importantes de nuestro cuerpo: adecuado funcionamiento del sistema nervioso y muscular, mantener huesos fuertes, regular glucosa en sangre, así como producción de energía y proteína, mantener presión arterial adecuada; por solo nombrar los más importantes.

Las fuentes naturales más comunes de este mineral son el agua, vegetales verdes, legumbres, nueces, semillas; que muchas veces no están incluidas en nuestra alimentación. Además, hoy día nos encontramos con que en ocasiones esas fuentes naturales no nos proporcionan cantidades adecuadas de magnesio. Por ejemplo, para hacer potable el agua, se remueven muchos de sus minerales. De igual manera, muchos de los suelos en que crecen nuestros alimentos están desprovistos de los minerales más importantes debido a las malas prácticas agrícolas.

Aquí te comparto algunas señales específicas que te pueden estar alertando sobre una posible deficiencia de magnesio en tu cuerpo:

  • Sentir que no tienes la energía suficiente para navegar tu día y llevar a cabo tu agenda.

  • Aparición de espasmos, tensiones o contracciones musculares. Recuerda que el magnesio regula el adecuado funcionamiento de todo el sistema muscular y es considerado como un relajante muscular natural.

  • Aparición de calambres frecuentes; muchas veces durmiendo y/o en forma de pequeños “tics” en que te tiemblan los párpados o algún punto específico del cuerpo.

  • Tener una alimentación adecuada y de repente empiezas a experimentar antojos por azúcar (aparece muchas veces luego de hacer ejercicio).

  • El insomnio (dificultad para dormir). El sistema nervioso es un protagonista de un sueño de calidad; y como ya vimos, una de las funciones principales del magnesio es asegurar el buen funcionamiento de este sistema.

  • Altos niveles de estrés o estado de depresión.

  • Constipación frecuente.

  • Dolores frecuentes de cabeza. El magnesio tiene mucho que ver con la relajación de los vasos sanguíneos en el cerebro, mandíbula y cuello.

  • Tener hipertensión; presentar algún indicador alterado o cuadros de presión sanguínea alta.

De las mejores fuentes que tenemos de magnesio, en forma de suplemento, o son el citrato (citrate) y el glicinato (glycinate) y la recomendación general es consumir 350mg diariamente (antes de consumir cualquier suplemento, es importante confirmar con tu médico de cabecera).  

Si optas por experimentar con algún suplemento de magnesio, busca una marca reconocida que maneje estándares de calidad, pues en la industria de los suplementos hay de todo y no siempre el más económico es la mejor opción.

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