Mis niveles de energía
Mi cuerpo es el único vehículo con que cuento para poder alcanzar eso que me he propuesto y, sin embargo, en muchas ocasiones no le doy la prioridad que se merece y me salto algunos de sus mantenimientos, disminuyendo así la energía de ese vehículo.
Hacerme consciente de los niveles a los que está esa energía durante el día, resulta ser el factor más importante para crear una extraordinaria calidad de vida. ¿A qué me refiero? Mantenerlos me permitirá tomar acción sostenida y progresar en las cosas en las que me enfoco en el día a día, llegando así a alcanzar mis metas a largo plazo. Claro, a través de construir hábitos y alejándome de las promesas de programas, dietas, productos, etc., que me ofrecen obtener grandes resultados en corto tiempo.
Aquí te comparto algunas estrategias que te permitirán crear y sostener adecuados niveles de energía:
No negociar por nada tus siete u ocho horas de sueño diarias. Y recuerda, la calidad de esas horas es tan importante como la cantidad. Dormir bien siempre será una inversión que te traerá muy buena rentabilidad. ¿Cómo puedo impactar directamente la calidad?:
Hacer actividad física. La mayoría de personas que inician con algún ejercicio, reportan que duermen mejor.
No consumir cafeína pasadas las 2 de la tarde. Aunque sientas que no te hace nada, podría estar afectando tu calidad de sueño.
Desconectarte de pantallas (móvil, laptop, televisión, tablet, etc.) al menos 45 minutos antes de dormir. Esto debido a que la luz azul que estas emiten inhibe la melatonina, hormona del sueño.
No consumir azúcar refinada. No hay que comer azúcar ni alimentos dulces (procesados) para contar con la energía necesaria. Nuestro organismo tiene varios mecanismos para obtener glucosa. Siempre que llevemos una forma de comer saludable (buenos carbohidratos, frutas, legumbres, vegetales) nuestro cerebro no tendrá que preocuparse de dónde conseguirá glucosa.
Manejar tus niveles de estrés. No nos damos cuenta, pero el solo hecho de tener que pasar al menos un tapón diario, va cargando nuestro sistema nervioso hasta que un día explotamos y ni sabemos por qué. Aquí tres cosas que pueden ayudarte con el manejo del estrés:
Respira conscientemente al menos tres veces al día. Saca unos minutos y haz al menos 10 respiraciones bien profundas.
Una ducha de agua fría en la mañana relaja tu sistema nervioso y te ayuda a regular el estrés (entre muchos otros beneficios).
Saca tiempo diario para ti. Haz algo que quieras y que disfrutes. No siempre tiene que ser 2 horas; 10 ó 15 minutos pueden ser más que suficientes.
Te aseguro que accionando sobre los puntos anteriores, empezarás a notar cambios en la manera en que te sientes durante el día. Mi invitación es que te conviertas en un verdadero administrador de tu energía, que la obtengas de fuentes sanas para tu cuerpo y mente, y que la utilices de manera enfocada hacia lograr esas cosas que quieres en la vida.
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