Propósito

Ya sea que andes en búsqueda de y leyendo acerca de crecimiento personal, definición de metas y objetivos, o de cualquier cosa que entiendes te traerá felicidad y paz; la palabra propósito es prácticamente la que más te encontrarás. Como dicen por ahí, si el río suena, algo traerá.

Tras mucho indagar y cuestionar, cuando logré encontrar el significado de esta palabra para mí, entré casi de manera automática en un período de cambios: en mi matrimonio, en mi profesión, en cómo mantener mi cuerpo disponible para lograr mis objetivos, en fin; cambió la forma en que utilizo el único recurso limitado que tengo: mi tiempo.

Entonces, si te preguntas: ¿Cómo encuentro mi propósito de vida?, te comparto mi perspectiva considerando tres aspectos. Eso sí, no es una respuesta sencilla ni hay una fórmula mágica que funciona para todos.

  • Primer aspecto: Tu propósito es una emoción que cultivas. No es algo externo ni una cosa específica que haces o tienes: tu trabajo, tu esposa (o), tus hijos, tus propiedades, tu dinero, ejercicio, etc. Es importante la diferenciación, porque pensamos que cuando tenemos propósito, estaremos muy claros cuál es nuestro trabajo ideal, por ejemplo; y esto no necesariamente es así.

  • Segundo aspecto: En la mayoría de los casos el propósito no se “encuentra” sino que se “crea”. Y el primer paso para empezar a crearlo es hacerme las preguntas correctas: ¿Quién soy? ¿Qué quiero? ¿Qué me hace sentir vivo y conectado conmigo? ¿Cuáles son mis valores personales? ¿Qué me hace sentir único? ¿Qué visión tengo de mi vida?

    Encontrar respuestas sinceras y libres del ruido exterior a estas preguntas, no significa que ya tienes definido un propósito, significa que ya estás claro de por dónde vas a empezar a buscar. Puedo contarte por experiencia propia, que cuando empiezas a buscar desde esa plataforma, vas a encontrar. Y claro, si como yo descubres que tu vida no está muy alineada con tu propósito, también se tratará de tomar decisiones difíciles. Porque al final no es descubrirlo, sino vivirlo; de lo contrario, solo habré hecho un ejercicio más en el que obtuve información valiosa sobre mí.

  • Tercer aspecto: Creo que así como la vida va en etapas y vamos cambiando las cosas que decidimos perseguir, así se va transformando nuestro propósito. Es importante hacerme consciente de que lo que funcionó muy bien por cinco años o una década, pudiera no estarme apoyando hoy.

Seamos intencionales con crear propósito en nuestra vida. Respondamos las preguntas importantes, entendiendo que no es algo estático, que a medida que pasan los años quizás debamos repetir el proceso, sobre todo cuando sentimos que en nuestra vida no se está manifestando eso que queremos vivir o nos sentimos estancados.

Si encontraste valor en este artículo, compártelo con alguien a quien pueda servirle y escríbeme a tirso@holistico.do para que me dejes saber tu opinión. ¡Un abrazo!

Anterior
Anterior

Decir que no

Siguiente
Siguiente

Perfeccionismo: te suma y te resta