Cómo retomar un hábito

A todos nos pasa. Luego de que ya tienes una práctica de bienestar en tu vida que realizas con bastante regularidad, surge una situación que causa que empieces a perder el ritmo.

He estado ahí muchas veces. De hecho, desde inicios de la pandemia, mi hábito de realizar actividad física, que ya tenía bastante tiempo instaurado en mi vida, se ha convertido en todo un reto para mi. Antes de Covid-19 iba regularmente al gimnasio y algunos días corría al aire libre. Con esto de estar siempre en casa, se me ha hecho muy difícil crear un ambiente apropiado para el ejercicio. Y con esto compruebo algo que predico mucho: El ambiente en el que vas a crear el hábito es determinante; es importante asegurarte que ese ambiente apoya el comportamiento que quieres fijar en tu vida.

Desde hace ya unas semanas, empiezo a acercarme a una consistencia muy parecida a la que tenía antes en cuanto a mi rutina de ejercicio (claro, realizada en casa). Aquí te comparto lo que me funcionó para poder retomar el hábito de la actividad física, pero estos puntos te pueden ayudar a retomar cualquier comportamiento en que hayas perdido la regularidad que tenías:

  • Que sea algo importante para ti. El primer paso para construir un hábito o retomar uno, es asegurarte de que ese hábito es importante para ti. Definir el POR QUÉ Y PARA QUÉ es importante, es la gasolina que necesitas para mantenerte en el camino. Y si vas de viaje, quieres asegurar que tienes suficiente combustible.

  • Agéndalo. No basta con decirte mentalmente que vas a hacer algo. El día, hora y lugar deben estar específicamente colocados y claro; no pases por alto el comprometerte con las cosas que tengas en tu agenda.

  • Va a ser incómodo al principio. Recuerda que por naturaleza humana, cuando empezamos con algo diferente a lo que estamos habituados, es difícil. No trates de hacerlo perfecto y mantente apegado a la agenda. En mi caso, al retomar no hacía la rutina con la misma intensidad que antes, pero hacía lo que podía y cumplía con la agenda.

  • Enfócate en lo que sí puedes hacer. Al principio yo decía: ¡pero es que no tengo equipos! No tengo nada para hacer ejercicio en casa. Y luego conecté con el Progreso Mínimo Viable: empieza hoy, con lo que tengas y vas optimizando en el camino. No pienses que porque no lo estás haciendo de la manera óptima no es beneficioso; porque sí lo es.

  • Rediseña el ambiente. Prepara el nuevo ambiente para realizar eso que deseas (en caso de que haya cambiado). En mi caso, destiné un nuevo lugar en mi casa para hacer ejercicio y coloco en ese lugar todo lo que necesito para cumplir con mi rutina: bandas elásticas, yoga mat, agua, música, toalla.

La vida siempre te presentará situaciones que van a retar esos comportamientos que ya has definido importantes y beneficiosos para ti. Una parte importante de fijar esos comportamientos en tu vida, es atarlos a un propósito tan importante para ti, que sin importar lo que suceda, sabes que vas a encontrar una manera de retomarlos y mantenerlos presentes.

Si encontraste valor en este artículo, compártelo con alguien a quien pueda servirle y escríbeme a tirso@holistico.do para que me dejes saber tu opinión. ¡Un abrazo!

Anterior
Anterior

Confinamiento mental

Siguiente
Siguiente

Fluyendo a través de la aceptación