¿Te despiertas cansado?

Una de las peores sensaciones que podemos experimentar es abrir los ojos en la mañana y sentirnos que estamos prácticamente igual que como nos fuimos a acostar: Con muchas ganas de dormir.

Ver que han pasado 7-8 horas y sentir que no hemos descansado; que nuestro cuerpo no se reparó adecuadamente y que encima debemos empezar a hacer todos esos pendientes que tenemos para el día.

Aquí te dejo algunos puntos a revisar si la situación anterior te ocurre más frecuentemente de lo que te gustaría:

Las redes sociales están interfiriendo con tu descanso. ¿Cómo así? El revisar tu teléfono durante un buen rato en la cama antes de dormir, está afectando tu calidad de sueño, lo que produce que te despiertes sintiéndote cansado y con un humor que los demás detectan desde que cruzan unas palabras contigo.

Te estás yendo a la cama muy tarde, o muy temprano. Recuerda que tanto una como la otra pueden estar afectando tu sueño. Por esto es importante conocer tu cronotipo e irte a la cama a una hora adecuada para ti.

Tu habitación no te permite conseguir buenas horas de sueño. Es importante que tu habitación invite al descanso: temperatura adecuada, colchón y almohada en buen estado y que te acomoden, luces cálidas y bajas luego de las 8pm. Estos detalles pueden hacer toda la diferencia.

Estás usando el snooze de tu despertador. Esto te afecta por lo siguiente: Cada vez que le das a snooze empiezas a entrar en un nuevo ciclo de sueño y luego de unos minutos lo interrumpes. Esto produce que te cueste mucho más pararte de la cama y ponerte activo.

Podrías tener alguna condición que requiera visitar un especialista. Cuando has probado todo a nivel de hábitos de dormir y no consigues resultados favorables, es buena idea ir a una consulta para descartar cualquiera de las condiciones del sueño.

Estás comiendo o bebiendo algo que afecta tu calidad de sueño. Aquí los protagonistas son el café luego de las 3pm, el alcohol y las cenas muy cerca de la hora de acostarte. Haz la prueba a ver qué tal.

Como puedes ver, conseguir un descanso adecuado no es cuestión de solo decidirte, ni tampoco de tener la suerte de ser dormilón o el problema de no serlo. Más bien se trata de que eches un vistazo a lo que haces antes de acostarte y el efecto que produce en cómo te sientes al despertar, para que vayas ajustando según lo que te funcione a ti en esta etapa de vida.

Anterior
Anterior

Dormir más o dormir mejor

Siguiente
Siguiente

Cómo dejar de usar el “Snooze” de tu despertador