¿Tu ambiente te apoya?

Creo mucho en que ir sumando hábitos positivos en cada dimensión del bienestar nos permite ir construyendo de manera sólida y consistente los objetivos de salud que queremos alcanzar. Pero, cabe preguntar: ¿Dónde? Si bien la intencionalidad y consistencia con la que adicionamos buenas prácticas a nuestras vidas es clave para su éxito, el ambiente y los contextos en los que los implementamos constituyen un segundo factor que influye de manera determinante en esa intención de crear un hábito.

No sólo el espacio físico, sino el uso de este espacio, la atmósfera que se genera, factores visuales y auditivos e incluso las interacciones que se produzcan con las personas a tu alrededor, pueden acercarte o alejarte del nuevo modo de vida que estás construyendo.

Cuando el ambiente es adecuado, contribuye a provocar en ti esa conducta que quieres adoptar, ayudándote a no depender de la fuerza de voluntad ni de la motivación. Así, actúas de la manera que deseas sin tener que “pensarlo mucho”.

La forma en que esté diseñado o dispuesto el ambiente que te rodea influirá en las decisiones que tomes. Y esto es una buena noticia, ya que en la mayoría de los casos puedes crearte un ambiente que apoye eso que quieres lograr.

Para darte una idea más específica a qué me refiero con este diseño, aquí te comparto algunos ejemplos que me han funcionado en cuanto a crear un ambiente que apoye los hábitos que quieres construir para generar mayor bienestar en tu vida:

  • No tener en casa esas cosas que no quieres estar comiendo a menudo.

  • Si ya planificaste ir a hacer ejercicio temprano en la mañana, deja todo listo al lado de la cama antes de acostarte (tenis, ropa, audífonos, agua, etc.).

  • Para dormirte a esa hora que quieres, planifica que al menos media hora antes el ambiente sea el adecuado: desconectarte de pantallas, adecuar temperatura y luces, hacer algo que sientas que te calme (baño caliente, té, etc.).

  • Que tu espacio de trabajo se encuentre dispuesto de forma que te apoye. En mi caso, trato de evitar distractores visuales (el escritorio debe estar con las menos cosas posibles).

  • Elimina todas las notificaciones mientras estés en modo creativo y establece reminders para esas cosas que no quieres dejar de hacer.

  • Rodéate de personas que apoyen ese nuevo estilo de vida que quieres crear. Puedes unirte a algún grupo o crear uno.

¿Cuántas otras sutilezas relativas a los contextos en los que te desenvuelves se te ocurren? Mi invitación es a que siempre que intentes sumar un nuevo hábito a tu vida, empieces por reflexionar sobre esto, para luego adecuar el ambiente en el que irás construyéndolo, básicamente removiendo intencionalmente las tentaciones que puedan sabotear su sostenibilidad en el tiempo. Te aseguro que de esta manera, se te hará mucho más llevadero adoptar este nuevo comportamiento y podrás obtener resultados en un menor tiempo.

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