Tus relaciones, espejos

Al hacernos conscientes de ello, nos damos cuenta que muchas de las relaciones que tenemos en nuestra vida no son más que un reflejo de nosotros, de nuestros hábitos y comportamientos. Visto de esta manera, nuestras relaciones nos ofrecen mucha información sobre nosotros mismos. Y en la medida que vayamos cultivando relaciones que sumen a nuestra vida, lograremos sentirnos más a gusto con nosotros y con las decisiones que tomamos.

Lo realmente importante es cómo utilizamos esa información para nuestro beneficio. Así empezamos a comprender cuáles de nuestras relaciones son saludables, cuales deben experimentar cambios importantes y cuales deben sencillamente terminar. Y con terminar no me refiero necesariamente a borrarla definitivamente (aunque a veces es necesario), sino a que pase a ocupar un lugar menos preponderante en tu vida.

Otra forma en la que esa información nos puede servir, es para que podamos entender que en ocasiones somos nosotros quienes debemos hacer hacer un esfuerzo para que la relación mejore y funcione. Esto podemos verlo muy claramente en las relaciones de pareja. Muchas veces nos quejamos de comportamientos de nuestra pareja sin ser conscientes de que estamos actuando de la misma forma. Es decir, estamos esperando recibir algo que no estamos dando.

Una de las cosas que me trajo al mundo del Wellness fue una crisis matrimonial en 2014. Esa situación me llevó a hacerme muchas preguntas sobre lo que en realidad yo quería en la vida, con respecto a tener un matrimonio y una familia. Estas preguntas fueron determinantes, pues me di cuenta que estaba totalmente perdido en cuanto a mis prioridades y no estaba actuando acorde a mis objetivos de vida.

En las respuestas a esas preguntas encontré propósito no solo para mi relación de pareja y mi rol de padre, sino para muchos otros aspectos que incidieron en las mayores decisiones que he tomado en los últimos cuatro años. Te comento esto porque muchas veces en las relaciones, nuestro primer instinto es querer que los demás cambien, cuando en realidad somos nosotros que debemos poner de nuestra parte para que la relación sea saludable.

Mi invitación es a que examines detenidamente todas tus relaciones, sobre todo las más importantes, analices cuales deben cambiar, y en cuáles debes ser tú el que realice los cambios para llevarlas al nivel que deben estar.

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